miércoles, 18 de marzo de 2015

El sextante d´Ulises

El sextante ese precioso artilugio de navegacion, donde aqui empezare a habar de mis experiencias nauticas y no tan nauticas

Se traduce Tworki

Estoy deseando leer este libro: Tworki (El manicomio) porque lo ha traducido una amiga mía, Maila Lema, y porque lo que he leído sobre él habla muy bien de su trabajo.

He leído que esta obra, editada por Acantilado, es la primera traducida al español de Marek Bienczyk, autor muy reconocido en Polonia, que ha hecho una obra muy personal, de gran lirismo. Sus palabras esconden sentidos que muchas veces se escapan incluso al público polaco, por lo que su traducción ha sido complicada, a veces ardua (el autor llegó a rechazar la traducción al alemán por considerar que no transmitía el sentido que él había dado). Y que Maila nos la ha traído a nuestra lengua.

Maila lleva mucho traduciendo, pero esta es su primera traducción, digamos, oficial. Y justo es reconocer el trabajo de años que lleva detrás. Maila es doctora en filología y profesora de ruso. Ha aprendido y ha enseñado en varias universidades europeas.

El verdadero valor de su oficio yo lo conocí cuando un buen día de hace ya casi cuatro años caí en Polonia y una oscuridad tremenda se me echó encima: había llegado de golpe, sin esperarlo, sin saber casi nada del país y asustado por una lengua complicadísima, flexiva hasta el delirio. Y allí apareció ella. Y fue como si encendiese un candil. No sólo cada palabra, sino también cada gesto o cada idea que yo encontraba a mi paso en aquel lugar lejano y extraño se alumbraba con sus explicaciones. Y, poco a poco, me fui abriendo paso de su mano por las galerías de aquel, me parecía a mi entonces, hormiguero polaco. No me tradujo la lengua de aquel lugar, me tradujo su vida, mucho más complicada que ese código que usamos, sólo a veces, cuando nos comunicamos.

Ése es el valor del oficio del traductor. Prestarnos sus ojos, darnos luz. Llevarnos de la mano a través de un mundo desconocido. Maila lo hizo un día conmigo y ahora lo hace con cuatrocientos millones de hablantes de español. Por eso el valor de su trabajo.

Y por eso yo quiero leer este libro.

Ya os contaré.

¿Quién manda aquí ahora?

Después del terremoto en Haití una avalancha de solidaridad cayó sobre el pequeño país caribeño desde todo el mundo. Los gobiernos y la gente se movilizaron para hacer llegar ayuda humana y toneladas de productos de primera necesidad. Sin embargo, cuando todavía no ha pasado ni una semana desde la tragedia, Haití está colapsado y la gente se hacina en campos de refugiados improvisados esperando la llegada de esa ayuda que está perdida por el camino mientras se protegen de la violencia que empieza a crecer por momentos. ¿Quién va a mantener ahora el orden?

Como empieza a ser patente la autoridad no existe en Haití: el gobierno se reduce a una comisaría en la que se encuentra el presidente René Preval que no es capaz de hacer llegar su autoridad a ningún sitio porque como él mismo dice: "ni siquiera tiene cobertura en su celular", las pandas de delincuentes han salido de las cárceles derruidas, han quemado sus expedientes delictivos en el Ministerio de Justicia destrozado por el terremoto y han vuelto a campar a sus anchas por las calles del barrio de Ciudad del Sol, uno de los más peligrosos de la capital haitiana, tratando de hacerse con el control y la autoridad que han quedado desiertas.

La pregunta inevitable es: ¿quién manda aquí? La ayuda sigue llegando pero no hay quien la distribuya, ni hay quien controle su distribución, ni quien dé seguridad a los cooperantes que siguen llegando. Deberían ser las fuerzas de la ONU, pero ni siquiera están siendo capaces de proteger a los médicos que trabajan en los hospitales. Por si eso fuera poco ya hay quien se queja porque la ayuda que están prestando los EEUU no es tan humanitaria como pareciera y lo que están trasladando es maquinaria bélica quizá para aprovechar la situación y tomar posiciones de privilegio en una zona estratégica para ese país. No hay que olvidar que un control efectivo de los norteamericanos de la zona oeste de la Española serviría para hacer una tenaza al régimen cubano.

Lo que me pregunto ahora es qué está haciendo la ONU. En los últimos años, con Bush y su corte de neocons al frente de la Casa Blanca, se ha tratado de apartar de la política internacional a la organización de países con la "disculpa" de que se trataba de hacer frente al terrorismo internacional, asunto "personal" de los EEUU en Irak y Afganistán. Su papel se ha debilitado enormemente con el monopolio de poder norteamericano desde el final de la Guerra Fría y hoy se está notando más que nunca. La ONU no está reaccionando en Haití y EEUU parece estar tomando la iniciativa. Si el gabinete de Obama continua con una política que representa claramente al anterior gobierno del que pretende ser una alternativa ¿cuál será ahora el argumento que dará a la opinión pública internacional para justificar sus actitudes?